Hace unos días atrás tuve la dicha de
asistir al foro en homenaje al maestro Jesús Aldo Sosa, conocido como
“Jesualdo” pues así el mismo se llamaba, maestro uruguayo; debo decir que no lo
conocía y agradezco la invitación que desde El Centro Local del Municipio
Revenga nos hicieran. Más allá de la excelente atención recibida por los
organizadores y organizadoras y el equipo de gestión municipal me parece
pertinente hacer una reflexión en cuanto a reconocer la importancia del legado
de este maestro irreverente, avanzado y preocupado para su época,
revolucionario maestro transformador de las causas del pueblo, identificado con
las luchas de clases sociales y quien se hermana a los más oprimidos,
necesitados y reconoce en su momento
como un sujeto y maestro “oprimido”
“humillado” dispuesto a interpelarse en su pleno ejercicio y cuestionarse a
cada instante; un maestro preocupado por ser maestro, se cuestionaba ser maestro ¿para qué?
En Jesualdo reconozco al maestro sencillo, simple que se sirve de un
cuaderno diario de registro y desde este expone los problemas sociales por los
que atravesaba su país, dentro de los procesos complejos políticos del momento
utilizó la herramienta de la escritura para reflexionar los nudos complejos de
sus estudiantes y sus fórmulas sociales para alcanzar una transformación no
solo en ellos sino social y política, y; desde esto expresar sus rebeldías y rebeliones
criticas del pensamiento y la acción no solo desde lo que competía a los individuos de una escuela sino
a todos como un todo, la escuela, sus sujetos como partes fundamentales de la
comunidad; involucrándolos en los hechos jornaleros haciéndoles ver sus roles
como sujetos protagonistas y les hacía
entender a sus estudiantes sus responsabilidades sociales, la disciplina como
fundamento en la escuela, haciéndoles ver la importancia de la escuela como una
pedagogía de tránsito “hacia” el socialismo.
Un foro muy nutrido en su asistencia, maestros comprometidos los
asistentes pero mejor aún, un foro pleno en donde confluyeron en un mismo
escenario tres maestros, con tres enfoques tal vez diferentes pero que supieron
acercarnos al legado pedagógico de Jesualo Sosa; Marcos Veroes, José Sierra y
Julio Mosquera. Marcos nos acerca a Jesús Aldo Sosa desde la mirada de sus
orígenes y los instrumentos pedagógicos que usaba como recursos Jesualdo, nos
acerca a aquella interrogante: ¿educar a los niños para qué? Y nos habla de una
de sus mejores obras: Vida de un maestro, su libro más conocido; pero también
nos acerca a: 500 poemas escritos por niños en donde Jesualdo pone en evidencia
y con total libertad la plena expresión creativa de los niños y las niñas.
Julio Mosquera nos confronta con un análisis más crítico de sus métodos
y enfoques y nos pone frente a frente con un Jesualdo que se declara Marxista y
Comunista, lo declara como un pedagogo marxista; nos habla de los enfoques de
las escuelas politécnicas humanistas y nos coloca frente a los métodos de la
enseñanza por proyecto y la enseñanza por complejos, la escuela viendo lo que
la sociedad produce y consume y nos identifica con la naturaleza del trabajo y
la sociedad. El papel del trabajo y su identidad en el proceso de
transformación del mono al hombre –cita a Federico Engells-
José Sierra nos interpela con algunas apreciaciones pertinentes del
legado de Jesualdo, interrelaciona de forma dinámica con la lectura
interpretativa de algunos de nosotros, maestros asistentes y nos hace reflexionar
de forma directa y participativa en el legado del maestro Jesualdo, destaco: La
expresión es un atributo específicamente humano, tan vital como otras
actividades orgánicas fundamentales que ayudan al sujeto en su desarrollo
psicológico. Es el más importante instrumento inmaterial- porque amplifica las
aptitudes personales en su búsqueda de superación y porque es característico de
cada persona, es decir: intransferible- el cual se va modificando en función de
los diferentes períodos evolutivos del sujeto, dirección y destino. Esto, no se
reduce a lo que Jesualdo denominó “lo estético” de las expresiones artísticas,
sino por el contrario incluye entre sus funciones la comunicación social,
siendo el lenguaje el primero y principal instrumento de interacción y
vinculación del individuo con la sociedad y su medio. Cuan pertinente es
estudiar a este gran referente nuestro americano en este momento; desde el
CRIFPMA debemos seguir innovando y proponiendo, revisando los referentes que
han fortalecido el legado de los maestros, los que luchan los que se hacen uno
con el pueblo, así como Jesualdo, hagamos la historia para los más necesitados.