viernes, 10 de febrero de 2017

¿QUÉ ENTENDEMOS POR EDUCACIÓN SOCIOPRODUCTIVA

REFLEXIÓN




La escuela debe ser el centro para la valoración del trabajo creador y liberador, no para reproducir el trabajo como acción enmarcada en la sumisión

En el momento en que se introdujo la enseñanza generalizada que aún perdura, las escuelas que imparten una educación tradicional netamente academicista, donde quienes la  defienden opinan que la educación vinculada al trabajo, al hacer es considerada inferior, marginal.

 Venezuela, como otros países de América Latina, ha vivido en alma propia, las consecuencias de una escuela asociada a la no implementación de las actividades de siembra y cosecha en campo y en la ciudad con la construcción de viviendas que rodean los centros urbanos, de allí que se observan índices preocupantes que reflejan el abandono y ausentismo escolar en la mayoría de los casos , con esto quiero decir que aún existen  escuelas divorciadas de la vinculación con  Jean Jaques Rousseau   impulso la apertura de la escuela a la realidad exterior, y más adelante otros autores con sus escuelas productivas fueron claros exponentes de una enseñanza global, practica y teórica, distanciado de lo meramente academicista

Todo este preámbulo, lo traigo a colación a manera de dar una  explicación de los antecedentes que aún están vigentes y cobran especial atención en momentos en que la sociedad venezolana se debate ante una crisis signada por la falta de alimentos, dentro de lo que algunos  llaman guerra económica pero la realidad la vemos en la búsqueda cotidiana de la escasez, acaparamiento y especulación con los alimentos de la dieta diaria del venezolano.

En nuestras escuela desde  nivel inicial, primario y media general no se pretenden formar economistas,  tampoco como maestros no estamos  preparados para ello, ni tampoco es un fin de la educación, pero la realidad es que la escuela no puede continuar de espaldas ante una situación que afecta a toda la sociedad.

El modelo de escuela productiva históricamente ha tenido enemigos  inclusive muchos de sus maestros de forma deliberada enfrentan dicho modelo, pues se sienten obligados a trabajar bajo la concepción del hombre en su conjunto y del modelo de sociedad que se aspira a construir y del ciudadano que se aspira a formar desde sus espacios en una escuela inmersa en la comunidad y sus necesidades.

Simón Rodríguez, por allá en 1823 en Santa Fe de Bogotá, en busca de su amigo Simón Bolívar, llevaba un proyecto educativo;  que hablaba de la necesidad de hombres nuevos, de sembrar ciudadanía en las escuelas, de enseñar a trabajar y producir, Afirmando categóricamente convencido de que "sin educación nueva, la independencia estará siempre en peligro".

Simón Rodríguez, tuvo la ingeniosa y osada idea de hacer la escuela en un edificio destartalado, levantaron las paredes derruidas, cambiaron puertas y ventanas, acondicionaron el local y le coloco un letrero llamativo que generó contradicción entre el mantuanaje: CASA DE INDUSTRIA PÚBLICA.

Obviamente los mantuanos   decían que no mandarían a sus hijos a una escuela que los pongan a trabajar pues eso podrá servir para los mestizos y orilleros pero no para los hijos de nosotros los señores.

Su intención era fundar una escuela nueva, una escuela distinta, una escuela donde los niños y jóvenes además de aprender a leer, escribir y contar, aprendan a trabajar y producir, aprender a valerse por sí mismos, donde se siembren ideas de transformación, donde se aprenda la evolución de la semilla, de la raíz del fruto de los ideales.

En por ello, que el Sistema Educativo Bolivariano fue diseñado para dar respuesta a la formación de un nuevo ciudadano y una nueva ciudadana acorde con el nuevo modelo de sociedad propuesto en los lineamientos políticos del gobierno del Comandante Chávez, respondiendo con ello al nuevo modelo de desarrollo social, político, cultural y económico sustentado en los Planes de Desarrollo Económico y Social e incorporado en el plan de la patria. Esta nueva concepción educativa se orienta a un modo de vida que centra su fuerza y su empuje hacia el desarrollo del equilibrio social, a través del trabajo liberador, la cohesión y equidad territorial y la conformación de un mundo multipolar para la reconstrucción de la sociedad.

La escuela productiva será realidad cuando lo productivo no sea sólo una ilusión  y podamos ver huertos y materos que hagan una escuela verde y  bien arregladita con buen rostro. La escuela productiva tiene necesariamente que llenar ese vacío aún existente, donde estudiante, docente y comunidad asignen la valoración requerida del trabajo liberador desde la escuela, desde la familia, echando las bases de la nueva cultura del trabajo.

En consecuencia, se requiere la escuela que su accionar vaya mucho más allá de la siembra de un determinado rubro de producción agrícola, que promueva un nuevo proceso de siembra, de un nuevo modo de vida, que su acción pedagógica supere al surco de la tierra; es la siembra de la nueva ciudadanía, de la nueva soberanía, la cosecha de los mejores ideales que formen hombres y mujeres en la comprensión  y  transformación de la vida.


Por Carmen Julia Vicent
Docente de Apoyo CLIFPMA
Municipio Josè Felix Ribas


 

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