Por:
Raysa Muñoz
raysa_mar39@yahoo.es
Para escribir sobre Ali,
debemos volver a nuestra infancia y juventud, sobre todo aquellos que
tuvimos la dicha de nacer entre los años sesenta y setenta; como es
mi caso. Alí es la voz y la imagen de cuyos recuerdos me llevan a mi
casa materna, mi Barrio, mis calles primeras, la voz de mi madre
regañando a mi hermano Pablo, el mayor: Muchacho, guarda ese disco!!
La policía nos puede meter presos!! Pablo! Es que tú no te das
cuenta hijo, que si llega la policía y nos encuentra esos discos nos
mete presos! Alí, ese señor es un Comunista! Recuerdo a mi amado
hermano con su gran pelo al estilo afro y un reproductor de casetes
en donde grababa las canciones de los Lps de Alí y de noche ese
grabador se lo colocaba en el oído calladito, Alí para el día y
Alí durante la noche, para dormir.
Así transcurrió parte
de mi niñez, recuerdo una disquera ubicada en la Ciudad de la
Victoria, estado Aragua (vivíamos en San Mateo, cerquita de la
Victoria),en la entrada vía carretera vieja que le traía los Lps a
mi hermano y bueno, debo decir que en el tiempo, a mis hermanas
también, Lp que sacaba Alí, Lp que estaba en nuestro picó, un
aparato pequeño con aguja que generalmente terminaba mala porque en
casa aunque mi mamá temía por la policía Alí se escuchaba todos
los días, Alí fue nuestro maestro; de cierto modo nuestra madre,
también tarareaba a Alí y reconocía que él tenía la razón en lo
que cantaba, pero con miedo, bájale el volumen, bájenle el volumen
muchachos que está prohibido poner música de él!!
Ese grabador de casete
pasó por las manos de todos nosotros los 8 hermanos para ese
entonces, recuerdo que cuando aún en los años 1983 cuando tuve la
oportunidad de entrar a estudiar a la Escuela Técnica Agropecuaria
Gonzalito para graduarme de Bachiller con la mención Demostradora
del Hogar y de cuya escuela Técnica egresé tres años después, en
mis prácticas de agricultura y en la hora de receso, al mediodía,
luego del almuerzo, yo solía escuchar a Alí, bien cansada, con esos
casetes y ese grabador que luego, en ese año mi hermano mayor me
obsequió! Yo cargaba en mi bolso hecho con retazos de bluejean
viejo con mi tremendo grabador de casete y mis casetes!! Una
experiencia única, al recordar esto, creo sin duda alguna que fueron
unos años maravillosos, con toda la energía de la juventud,
recuerdo que pagaba un real de pasaje en las tardes noches al salir
de clases para llegar de nuevo a mi hogar; mi padre, un comerciante
de cuenta propia, encargó a mi hermano Pedro (a quien agradezco
eternamente sus 3 años de entrega fidedigna) de llevarme a Gonzalito
todas las mañanas a las cuatro de la mañana y, a esa hora corría
peligro de andar una señorita sola tomando un autobús para ir a
Turmero, en la comunidad 19 de Abril de Sorocaima (donde aún está
ubicada esta escuela) allí, en Gonzalito pasábamos todo el día
pues tenía el sistema de semi internado y, las clases arrancaban
todos los días bien tempranito y eran clases prácticas y teóricas
de agricultura, nutrición y preparación de alimentos, costura y
vestuario, administración del hogar, artesanía, cunicultura,
avicultura, agronomía, teatro, entre otras más que se vinculaban al
hecho de graduarnos de Bachilleres técnicos o medio como se les
decía y a nosotras Demostradoras del Hogar, una carrera hermosa que
creo, de la que obtuve los mejores conocimientos para mi vida, los
que aún llevo a la práctica diariamente, sobre todo en este
terrible momento de guerra económica para nuestro pueblo, entre mis
vecinos y vecinas, con mi familia y con mis estudiantes.
Volviendo a Alí, no fue
para nada grata la experiencia de escucharlo en Gonzalito pues yo, no
solo lo escuchaba a él sino, a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés,
León Gieco, Soledad Bravo (cuando era Comunista y humilde, cuando
era una más de las nuestras) y créanme que a la Coordinadora de
Seccional, así le llamaban, a ella la profesora Ofelia (no recuerdo
su apellido por desagradable y antisocialista para no decirle aquí
en esta nota anticomunista) cada vez que alguien le decía que Muñoz
estaba escuchando música comunista me buscaba y me quitaba mi
grabadora y mis casetes y me gritaba: Muchacha! Muñoz, Tú estás
loca? Te decomiso esta vaina porque esta música está prohibida!! yo
le hablaba de mis derechos, que eso era mío, que eso lo compró mi
familia y que ella no tenía ningún derecho de quitármelo! Pero
ella, con una labia estupenda y con todo el aparataje físico para
apabullar a un estudiante de ese entonces pues siempre andaba
entaconada, maquilladísima, con altos peinados, perfumada,
elegantísima me decía que así eran las normas de la institución y
este tipo de música estaba prohibida en esa institución y como yo,
si era una estudiante tan buena podía escuchar a esos malandros! Y
siempre terminaba por decomisar mi grabadora por uno o dos meses,
dependiendo del grado de alteración del momento del decomiso, de
cuan brava me ponía y le decía y gritaba cosas, porque si se las
gritaba! pero, realmente en que parte? En qué ley? En donde podía
yo en ese momento apoyarme para defender mis verdaderos derechos de
estudiante y de ciudadana? Al final, yo siempre tenía que esperar el
tiempo del fin de decomiso y volver a tener mi grabadora, y así
transcurrieron tres años de estudio luchando y peleando con Ofelia,
que docente tan Horrorosa! Que mujer tan despiadada! Que mujer tan
ciega! Qué triste mujer!
Nadie en esa época,
podía sospechar que esas canciones y el ejemplo de mis padres y mis
hermanos, mi hermana mayor Suni; una mujer honesta, amante de las
cosas sencillas, artesana, podían haber marcado todo el verdadero
significado en mi de La Patria bonita, la Patria verdadera, La Patria
por la que debíamos luchar siempre sobre todo contra sus
desigualdades sociales. Alí me enseño que; La Patria siempre será
el hombre mismo, Alí me mostró una realidad sincera, sin
miramientos, sin escondites, me mostró la historia política de
Venezuela y estoy convencida que Alí fue mi primer profesor de
Cultura; así es, mi profesor de cultura porque la cultura debe estar
inmersa en un profundo proceso social, de análisis y de acción pero
desde la visión de lo social, desde el hombre y la mujer y para el
hombre y la mujer. Eso fue Alí, eso es Alí!
Hoy día, si hacemos el
estudio de las canciones de Alí, de su tremenda, única e
inigualable calidad interpretativa podríamos mencionar su intención
de análisis de la realidad venezolana y latinoamericana, su canción
popular simboliza una manera de ver la realidad en momentos
históricos determinantes, no se aleja de la realidad del pueblo, no
crea romanticismos estériles entre el escucha y él. Se identifica
con la verdad del común y mayoritariamente pueblo humilde, obrero,
descalzo de la época. Se reconoce una realidad social a través de
las canciones de Alí, se convierte en un lenguaje artístico poético
y musical; así como en un lenguaje filosófico, critico religioso,
histórico, tradicional, encontrando allí los verdaderos conceptos
que simbolizan una cultura, de allí mi convencimiento en
identificarlo como mi primer y verdadero profesor de Cultura.
Nuestra
canción popular Latinoamericana perfila en Alí una manera eficaz de
entender al pueblo, de los que por años fuimos los no tomados en
cuenta, los que no importábamos, a los que Ali les ponía música
para no parecer tan tristes, aunque también hizo la canción triste
para el pueblo Manzo, Alí es melodía social . Con las canciones de
Alí el sentimiento de rabia, de angustia, rebeldía y miedo se hacía
y hace diferente.
Dando un salto en mis
recuerdos, debo decir que, en mi casa lloramos la partida física de
Ali, en un terrible accidente automovilístico, mi madre, así como
en escondidas boto unas lágrimas, para nosotros, fue un golpe en el
pecho!! Ahora más, pensé, me queda un año para seguir pelándome
con La terrible Ofelia por mi Alí! Porque ahora, era más mío!
A partir del nacimiento
de la Revolución Bolivariana, Alí se convirtió libremente en
nuestro mayor símbolo cultural, el más parecido a Revolución, el
del mensaje, el de la práctica; Alí está ahora más presente que
nunca en nuestras vidas, Hugo Chávez nos lo trajo de vuelta!! Con
más fuerzas, con más bríos, Alí sintetiza la experiencia
colectiva del pueblo, la memoria social, su canción venezolana y
latinoamericana es la fuente viva que reconstruye un momento
histórico en donde aún se pasean algunos detalles que fortalecer de
desigualdad social, política y económica del pueblo, identifica el
sentir y la realidad de la vida cotidiana, de nuestras tristezas y
alegrías, de nuestras esperanzas y decepciones.
Ahora Alí está de vuelta
y ya, no está la terrible Ofelia para prohibírmelo!! Alí siempre
fue pero ahora es mucho mas!!!